A lo largo de nuestras vidas, nos vemos expuestos a situaciones que nos permiten el reflexionar sobre nuestra existencia. Este momento reflexivo nos acerca hacia la oportunidad de pensar el para qué y por qué estamos aquÃ.
Sin duda, la vida en su efÃmero camino, nos presenta momentos en los cuales nos vemos expuestos desde nuestro SER, desde aquella intimidad personal de sentimientos y pensamientos, es decir, desde la misma idea de lo que somos, hasta nuestra esencia como ser humano, quizás desde ese punto de vista socio- emocional que tenemos todos los seres humanos.
Aquellos que nos diferencia de los animales es el pensamiento o discernimiento, asà mismo nos también la comunicación, nos brinda una cualidad humana, puesto que expresamos lo que sentimos. El pensar, es la concepción de lo que está a nuestro alrededor, la conciencia de aquellos que nos rodea.
Asà mismo entendemos que el ser y el pensar, se relacionan entre sÃ, brindando la oportunidad al individuo a actuar, partiendo desde aquello que siente y piensa. Existen muchas cosas que influyen en lo que somos como seres humanos, como son: los valores, la educación, las relaciones, la familia y el entorno.
La personalidad es un ámbito del desarrollo que es preciso abordar en el marco de las relaciones interpersonales y no al margen de ellas. Durante los primeros años de la infancia, el primer contexto en el que la gran mayorÃa de los niños y las niñas crecen y se desarrollan es la familia. Los lazos afectivos y el sentirse unidos a sus padres y madres pueden ayudarles a desarrollar herramientas sociales, inteligencia emocional y confianza en sà mismos.
A medida que se avanza en el desarrollo, los niños y las niñas, van accediendo y participando en nuevos contextos y, en consecuencia, van apareciendo nuevas fuentes de influencia en el desarrollo de la personalidad. Es por esto que en nuestra niñez y juventud debemos formar unas bases claras de aquello que queremos y quiénes somos, pues si no estás bien definido en quien eres, todo el entorno cultural y social puede envolverte, aun cuando cada quien, es lo que quiere ser… Terminamos siendo un resultado de muchas ideas o pensamientos en conjunto.
El hombre feliz o completo, es aquel que es profundamente racional, es decir, se basa principalmente en la razón más que por cualquier otro aspecto. Es totalmente prudente y reflexivo; alguien capaz de tomarse el tiempo necesario para medir las consecuencias de su acción (Pensar su ser). Antes de actuar debe aprender para decidir, para optar, para elegir lo bueno, lo correcto; Es un camino constante, de la misma vida. El sentirnos vivos parar pensar y actuar bajo nuestra razón.
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